sábado, 19 de diciembre de 2015

Cómo influir en los demás: el poder de las palabras y los gestos (Primera parte)




                                                        “Todo está dicho, pero como siempre nadie escucha”
André Gide

En el artículo de esta semana hablaremos sobre cómo influir, cautivar y persuadir a los demás usando las palabras y los gestos. La clave de poder seducir a una persona está en cómo nos expresamos, porque somos únicos y no podemos repetir el mismo discurso esperando que todos reaccionen de la misma forma. Es en este caso donde utilizaremos la Programación Neurolingüística -PNL- y el Lenguaje Corporal como herramientas para entender el comportamiento e interacción con nosotros mismos y con las personas que nos rodean. Antes de iniciar, quisiera responder a la pregunta ¿qué es La PNL? Pues bien,  PNL es una herramienta que determina cómo estamos programados, cómo funciona nuestro cerebro, y cómo pensamos y nos expresamos según sus creadores Richard Bandler y Jhon Grinder.

A continuación encontrarás los pasos que te permitirán  influir en los demás de forma eficiente: 

Identificar qué sentido predomina: los seres humanos usamos  5 sentidos: olfato, gusto, tacto, vista y el oído. Dichos sentidos no se desarrollan de la misma forma para todas las personas, hay quienes tienen un sentido más desarrollado que otro y es acá donde se deriva de La PNL el sistema VAK que por sus siglas significa  Visual, Auditiva y Kinestésica (olfato, gusto y tacto). Cuando podemos identificar qué sentido tenemos más desarrollado,  podremos saber qué sistema VAK somos y también qué sistema identifica a las personas, dando paso así a una comunicación más eficaz.  Ahora bien, explicaré cuándo una persona es Visual, Auditiva o Kinestésica.  
  • Visual: Según la comunicadora Mónica Pérez de las Heras, las personas visuales piensan en imágenes y hablan demasiado rápido con un tono de voz alto. Usan palabras con predicados visuales como: “lo ves”, “lo tienes claro”, “te lo estás imaginando”, entre otros; son personas  con una postura muy recta tanto de pie como sentadas. 
  • Auditiva: Las personas auditivas piensan en sonidos, ruidos y palabras. Tienden  a girar la cabeza para poner el oído cuando hablan con los demás. No hablan tan rápido ni alto como las personas visuales y usan palabras  como: “te suena lo que te dije”, “me escuchas bien”, “me estoy haciendo entender” entre otras; también son buenas tocando un instrumento o tienen facilidad para los idiomas.
  • Kinestésicas: Las personas kinestésicas piensan en sensaciones y presentan una respiración abdominal muy buena para hablar en público. Comunican con un tono de voz bajo y hablan despacio. Son personas que aprenden de  forma emocional.
Cada vez que interactúes con una persona, observa muy bien qué sistema VAK es porque de esto depende que nuestro mensaje llegue de la mejor forma. Puedes dar el mejor discurso en  predicados visuales, pero si la persona a la cual querías impresionar es auditiva, perdiste tu tiempo y esfuerzo.

Gestos de credibilidad: Siempre que queramos ser más creíbles al hablar, se debes mostrar las palmas de tus manos, de esta forma estarás enviando el mensaje de que no tienes nada que ocultar, también utiliza el dedo índice apuntando hacia arriba  para hacer énfasis en la palabra o frase que quieras destacar. Cuando estés hablando no tengas tus manos entre los bolsillos o los brazos  y piernas cruzados. Utilizando estos gestos a la hora de hablar serás más influyente y dará valor a tu mensaje.  



Despierta un deseo vehemente: como dice Robert Greene en su libro Las 48 leyes del poder  “al formular su pedido de colaboración, usted muestra elementos que beneficiarán a la otra persona y hace gran hincapié en ello. Su contrincante responderá  con entusiasmo a su solicitud, al detectar el beneficio que podría obtener” Cuando quieras influenciar a una persona no le hagas entender que el único que se beneficiara serás tu solo sino ella también. La mejor forma de persuadir a una persona es apelar a su egoísmo.



En el próximo artículo continuaremos, y en él hablaremos sobre cómo usar las emociones a nuestro favor, cuándo es el momento de pedir lo que deseamos, cómo usar nuestra voz persuasiva y cómo influir en  un público.

¡Empieza a practicar y genera tu ventaja significativa!

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