Los gestos de dominio y sumisión se
presentan en todas la interacciones de la vida de forma inconsciente, los
ademanes corporales dan a entender quién tiene derecho a hablar o establecer
una posición relativa y quién simplemente se limita a escuchar. Entre un grupo de personas que se comunican,
uno va a ser la dominante (líder de la conversación) y otro el sumiso.
Las personas dominantes utilizan
gestos más agresivos, en cambio las sumisas hacen uso de gestos más pasivos porque
están entregando el poder. Estas últimas permiten que se les invada su espacio personal, son
personas más confiables, más fáciles de atacar y con mayor posibilidad de
interacción. Los interlocutores dominantes expresan poder, seguridad y
confianza, sin embargo los demás no sienten agrado por entablar una conversación
con ellos.
Gestos dominantes:
Apretón
de manos con la palma hacia abajo: Este tipo de saludo es muestra de poder y autoridad.
Ensanchar el pecho y poner las manos entre las
caderas: Permite que la persona se vea más grande y que su torso se note
en mayor medida, evidenciando su fuerza (posición de ataque)
Apretar
el puño: Significa fuerza y poder, sin embargo se presta para
mal interpretaciones (agresión).
Apuntar
con el dedo índice: Indicador de énfasis y poder. Cada vez que la
persona mueve el dedo, recalca lo que está diciendo.
Tocar al
otro: Gesto que invade la zona personal de los demás. Da a entender que
el que lo está realizando tiene todo el derecho a hacerlo.
Agarrar
un objeto personal del otro: Da el mismo significado de tocarlo a él.
Además, si colocas un objeto tuyo en el espacio del otro, estás marcando tu
territorio.
Alzar los
brazos y la cabeza: Genera prepotencia y poder y permite que la persona
amplíe su espacio.
Gestos sumisos:
Apretón
de manos con la palma hacia arriba: Este tipo de saludo es muestra de que entregas el poder a la
otra persona.
Inclinar
la cabeza: Indica que la persona es dócil y confiable.
Encorvar
los brazos y la cabeza: La persona indirectamente se está haciendo
pequeña, se reduce su espacio personal y le genera mayor área al dominante.
Pies
cruzados y recogidos detrás de la silla: Esta postura demuestra timidez e
inseguridad.
Esconderse
detrás de los objetos: Está poniendo una barrera sobre él, para sentirse más
seguro.
No
mantener contacto visual: Cuando la persona siente miedo o está nerviosa, baja
la mira al estar intimidado.
Nota: es realmente interesante saber cuándo utilizar cada
gesto porque no siempre queremos ser el centro de atención o tener el poder. En
momentos es recomendable ser sutil para poder persuadir efectivamente.
Para nosotros es importante saber tu opinión sobre el tema,
déjanos tus comentarios al final del artículo.
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